sábado, 28 de agosto de 2010

Bad Things



Yo, ejem... ¡Yo! que los criticaba porque son unos despiadados y  unos salvajes, que tienen de mascotas a los humanos , tan miserables, que se dejan morder por voluntad propia o porque ya los estaban manipulando desde antes... quién sabe. Que hasta que no terminaba la escena en la que el vampiro se ponía a morder a la gente, con el  sonido arripiante producido porque el colmillo pillaba una vena en la muñeca, arteria en el cuello, etc., no salía de detrás de la puerta de mi cuarto, tapándome los oídos y diciendo la la la para no escucharlos.
 Ahora que voy por la tercera temporada ya sólo me tapo los oídos y digo la la la desde el sillón, porque detrás de la puerta hemos puesto una zapatera y me daba en el dedo chico del pie con la esquina del mueble. Y eso era igual de doloroso que el crggg de la mordedura o un refuerzo negativo. No lo sé.
La culpa de esta expectación la tienen los efectos visuales  y la velocidad vertiginosa a la que va este pueblo de Luisina en un hiperrealismo, a veces muy demencial... Y  no voy a poner más excusas; estoy siguiendo una morbo serie de vampiros, a pesar de los vampiros.

Canción de Jace Everett
La serie es True Blood

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martes, 24 de agosto de 2010

Y cerramos el verano.

Estamos en la playa del los Baywatch...
Se oyen gritos de auxilio de una  mujer, Eddie  acude con su pequeño caminar de vigilante.


Donde hace pie la chica salta tapándose el pecho y el bueno de Eddie acude y le pregunta que qué le pasa.
La chica en esta realidad donde aún no existía el topless no responde, sólo grita transmitiendo el mensaje del pudor conservador, y no está sola. Más actrices de relleno a la misma altura de la playa empiezan a saltar y a gritar tapándose el pecho.

Eddie  que no da abasto,  llama a su compañera uniceja Shauni, a la que deberían haberle puesto el nombre de la otra actriz, CJ.


CJ, cejota.

A estas alturas los espectadores estamos al límite del suspense.



No se trataba de medusas ni tiburones, no había nada tóxico suelto, no era una broma, ni le habían venido el período sincronizado a estas mujeres.
Resulta que un vendedor ambulante sin licencia que se ponía a la entrada de la playa les había vendido bikinis falsos que se deshacen en el agua salada.



Ehhh... ¡Se veía venir!

Al-vino

Cuentan que en el verano del 2010 anduvo un el superhéroe por el Sur de Gran Canaria.


Algunos hasta citaron al narrador vaquero del Gran Lebowski, cambiando algunas cosas a sus pareceres, (nota para AL; a la crítica feminista del lenguaje no le va a gustar lo próximo):
 "A veces hay un hombre; no dire un héroe, porque ¿qué es un héroe? Pero a veces hay un hombre, y aquí me estoy refiriendo a Al, a veces hay un hombre que es el hombre de ese momento y ese lugar, este es su sítio"
Y sigo diciendo yo que sí. Este es su momento y lugar, el lugar de Súper Al aka Poncho Man...que daba colores alegres a las playas.


Porque en su Ausencia...


Las playas se quedaban en blanco y negro.
*Véase una explicación detallada , pero no mucho más, abajo.


Muchos turistas y curiosos del pueblo afirman haberlo visto por Amadores y con Piel Roja, en el Hard Rock Café, por Playa del Inglés (el único), en Patalavaca con ovejas y corazones, jugando al Mario Kart contra el fuck baby mario y  al Guitar Hero epiléptico, en los desvaríos por la Avenida de Arguineguín sobre la música clásica y chim-pún, con Telelillos ...Y en muchos sítios más.


* Tiene que ver con alguna luz de sol que irradia el  poncho verde (manejar con cuidado) y la imaginación del lector.
Fotitos de Al-berto Pacios.

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