Tienes un estado deprimido y ataques de ira. Lo entiendo te frustra, igual ya haces lo que puedes. No es todo lo que tú quieres hacer, lo sé. Sientes rabia y miedo de no volver a ser esa persona de antes. Piensas que es injusto. El tormento que te persigue de que nunca estará todo en su sitio, que siempre se puede arreglar algo más y que no lo estás haciendo, que no te estás esforzando lo suficiente. Que los demás tienen no se qué cosa o van a no se qué sitio glamuroso. Estás cavando tu tumba.
Si no puedes salir esta mañana, hablar con alguien que te caiga bien, ir al gimnasio o si odias el gimnasio pasear en dirección opuesta a él , recoger en casa o vaguear sin remordimientos, escribe sobre ello no te martirices más. No se trata de que escribas una obra maestra cada vez que tomas el papel, sino de que dejes salir lo que tienes dentro, de que desmenuces esos pensamientos atrapados en el torbellino de esa autocrítica. Escribir puede ser una forma de liberarte.
Y ya me contarás, si te apetece, lo que has escrito.
Justo eso es.
ResponderEliminarYo escribo como terapia.
Una vez dije que escribo para no matarme... pues eso.
Escribiendo mato mis demonios y evito que ellos me maten a mí.
El problema es que ellos resucitan y yo no... por lo tanto no puedo parar de escribir.
Día tras día.
Totalmente de acuerdo, Isa.
ResponderEliminarEscribo desde que recuerdo. Es una forma de tener la mente ocupada y que otras cosas afecten lo menos posible.
Un abrazo.
Me alegro mucho que les guste, mil gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarUn abrazo 🌅🌺