Te rompes en el tiempo, desapareces entre la bruma. Eres aire sobre las copas de los árboles, la noche vacía, sin estrellas ni luna. Y no existes, porque no sientes, no lo sientes. Lo repito, y me lo repetiré, para dejar de buscarte. En la oscuridad de la noche, me guían las luciérnagas, portan farolillos, y las sigo, con mis ojos encendidos. Solo quiero alejarme, dejar que el tiempo pase, día tras día. Cada parpadeo agotará mi luz, hasta desaparecer entre luciérnagas, y así, dejaré de buscarte. |
El poema intenta acabar con el sentimiento pero, como siempre, acaba intensificándolo.
ResponderEliminarQue no se agote la luz en los parpadeos, porque hay suficiente para ir a otros horizontes y al encuentro de mejores cosas, que siempre las hay.
ResponderEliminarMuy bello poema, Isa.
Abrazos.
Empiezo a seguir tu blog. 😊 Será un placer leer tus publicaciones.
ResponderEliminarQuien quiere estar, está, si no...
ResponderEliminarBonita forma de expresar.
Un abrazo enorme 🫂
Luz y dolor se entremezclan en la búsqueda de sí mismo... Profundo y sentido poema.
ResponderEliminarGracias por tu huella, un abrazo
Gracias de corazón por vuestras palabras tan afectuosas, un fuerte abrazo 💖🌅
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