En busca de quimeras


Mi corazón es un océano de rostros y de manos


y yo entro en él sin darme cuenta


con mi equipaje de arena

aferrado al timón del viento


a la proa de los años

donde una voz que no es mi voz

eleva el ancla de este pequeño barco

que se aleja con mi infancia a bordo



Mario Meléndez, El barco del Adiós.



2 comentarios:

  1. Me prestas ese barco para navegar hasta tu tierra?
    Haría a la inversa de los descubridores que llegaron desde el Guadalquivir hasta los mares nuestros, iría desde el Caribe hasta el Guadalquivir.

    Bella foto esta.

    Un abrazo amiga querida, que disfrutes el domingo.

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  2. Bellas palabras poeta Miuris!! La brisa del mar y tu anhelo se fundirán, y a este barco guiarás hacia tu destino!! :)

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