lunes, 16 de abril de 2007

Sueños



Vivía en uno de esos sítios que primero habían sido el cuarto de la lavadora o del asadero de los caseros. Después le habían puesto un baño y ya creían que estaba listo para ser un apartamento en condiciones. Situado en la azotea haciéndose pasar por parte de la casa, en la calle Osa Menor, en La Laguna. La fría humedad  de sus paredes era su compañera de piso y siempre que llovía se inundaba el salón.Solía despertarse a las dos de la mañana  escuchando el agua que caía por las paredes.
La casa era por tanto fría en cualquier rincón. La lluvia se calaba y en el alma de cualquiera.
Afuera siempre solía hacer viento hasta junio.
La puerta de la entrada  no parecía muy segura por lo que por las noches cerraba su habitación. Entre mantas y con la lamparita del barco azul que aún conservaba, leía La mala hora.
De fondo la tele con una cinta VHS de Friends grabados del Canal plus, una futilidad si uno quiere estar concentrado.Pero prefería la tele al murmullo del viento que parecía un gato, o algo peor, un bebé perdido.
Se quedaba dormida mirando la puerta.
Y soñaba.
Soñaba que estaba dormida y alguien la observaba. Que no podía moverse y alguien le rondaba. Siempre era alguien diferente, que no conocía. Se veía a sí misma dormida y al intruso observando. No decía nada, ni siquiera parpadeaban, no sabía porque estaban allí pero no parecía que fueran a hacerle nada malo. Simplemente estaban.
Alguien tocaba la puerta, y se desvanecía la escena.  ¿Estaba despierta?
Se levantó, salió de la habitación. El viento se había calmado y ya no turbaba a la  ligera llovizna, que sonaba tranquila.
Quería mirar al exterior, al patio, pero temió encontrarse a alguien o peor aún, que alguien la descubriera mirando. Volvió a escuchar la puerta. Abrió los ojos.
Estaba segura de que miraba al techo de su cama. Había sido un sueño, ¿y el ruido de la puerta? Tan vívido. Salió a la cocina, tomó agua y se viró hacia el patio. Se quedó observando la claridad de la farola en la noche, el ruido limpio de la llovizna que había soñado.
Atisbó una sombra que se zarandeaba a punto de salir volando. Había olvidado recoger unas sábanas. Subió la larga escalerilla tan bien ideada por su casero que en cuanto se mojaba era imposible no patinar, y recogió la ropa.
A lo lejos , tras las luces borrosas de santa cruz se intuía el mar.
Bajaba y escuchó la puerta. Abrió los ojos con desconcierto. Estaba segura que yacía en su mullidita cama. Al lado de su lámpara del barco azul, escuchado las risas enlatadas de Friends, con su libro La mala hora apoyado en la barriga. Contenta porque aún le quedaba más de la mitad por leer. Lo agarró  y advirtío la ligera llovizna. Pero sentía algo que no comprendía, sus pies estaban mojados y le pesaban.
Cogió el marcador para el libro y  las hojas de este comenzaron a sangrar. No podía ver las letras, cada vez sentía más frío en los pies. Miró a sus manos y cayó en la cuenta de que no era el libro lo que sangraba.
La lluvia se hacía más intensa, sentía el pelo mojado, temía despertar.  Abrió los ojos inyectados en sangre. La lluvia le caía desde un cielo de oscuridad absoluta. No llegaba a saber cuán herida estaba, no sentía demasiado, solo estimaba que yacía inmóvil al final de las escaleras. Puede que enrollada a sus pies estuviera la puñetera ropa, la puerta daba bandazos, ahora podía ver claramente a sus visitantes, solo que no eran ellos los intrusos. El sonido del viento ahogaba el de su respiración. Quería escucharse a sí misma. Quería despertar de nuevo y que aquello no fuera el final. Pero esos golpes que hacían despertarla para no olvidarse a la muerte eran sin duda, los que ahora escuchaba. Y aquello en cuerpo y mente, era todo lo lejana que podía estar de la suya.

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4 Comments:

Blogger Lucas Passerini said...

Buen relato. Tenés un gran manejo de la imágenes. Felicitaciones.

jueves, junio 17, 2010  
Blogger Arald said...

Me ha encantado lo "las hojas de este comenzaron a sangrar". Genial ^^

jueves, junio 17, 2010  
Blogger Miuris said...

EStupendo Isota, me encantó ese relato, estuve desde el comienzo hasta el final con el alma en un hilo, pendiente del desenlace.
Hoy tu blog está explosivo, tienes unas entradas verdaderamente interesantes.

Un abrazo y buen inicio de semana

lunes, junio 21, 2010  
Blogger GarlaKat said...

Un relato extraño pero me mantuvo interesado de principio a fin. La verdad, aún no sé si murió, o era una sonámbula presenciando su propia muerte. Reitero muy extraño pero me ha gustado.

lunes, marzo 05, 2012  

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