domingo, 18 de abril de 2010

Piedras

Pequeños y posibles pro delincuentes están merodeando por el camino que hay al lado de casa y de paso nos están tirando piedras.

 Lo fascinante para ellos es hacerlo a través de nuestras ventanas a velocidad rapidilla, así como para dar un buen golpe al ordeandor o a nosotros mismos (por ese orden)
Parece estar creandose una red social en la que se está transmitiendo y propagando contenidos del tipo de "Vamos a tirar piedras al piso del callejón" ¿A que no te atreves a tirar piedras al piso del camino?
La panda aumentaba y también se lo dijeron a los hermanos pequeños y demás compañeros que se atreven a actuar después de varios toques de atención. Niños pequeños ¿que van con su madre? ¿Qué sentido tiene esto?
El camino. Siempre lo hemos llamado así. Pasa gente normal y también personas con ganas de tirar basura, escupir, traficar haciendose pasar por vendedor de la lotería, mear, contar delitos/peleas en las que han participado y despotricar contra todo aquel que les supone una amenaza.  Siempre a voz muy alzada. Que el mundo oiga su rebeldía. El camino les ayuda a desfogarse, es su terapia-camino. Solo que este presta una ayuda desinteresada, ya que nadie ayuda al camino. Él nos trae la brisa desde el mar y nos da sombrita a las dos de la tarde bajo sus matorrales. Aún así solo recibe el maltrato y negligencia de sus viandantes
A un lado del camino estamos nosotros con un cactus en la ventana. Al otro, una casa olvidada, con perros siempre solos en la azotea. La parte baja de la casa es una especie de taller con mucha basura que alimenta a los mosquitos de la noche.
Cosas no muy molestas, incluso cuando  aquel ¿vagabundo? que se compra la cerveza de primera calidad, y que se pasa toda la tarde presumiendo de hippie.
Hasta que llegó la moda de las piedras a velocidad absurda. Posiblemente motivados por la atención nuestra en el momento que dejó de parecer una gamberradilla y se destapó un juego de mala hostia.  Ellos ahora están motivados y el hecho de llamarles la atención ha producido un aumento en la red.
Sabemos donde paran y vamos a por todas. Intentando no ser un modelo malo a imitar,  pero no abandonando la intimidación psicológica que va a suponer esperarlos abajo y sacarles una foto antes comentiendo la fechoría, poniendo en marcha también  la información real desvirtuada  de esta red, del tipo de  "A funalito lo pillaron y lo amenazaron"

Mosquitos de la noche: el señor de los mosquitos.

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